Con la llegada de los hijos aparecen las dificultades en algunas parejas. Sin embargo, en otras el vínculo matrimonial se fortalece, saben adaptarse a los cambios que supone la llegada de un bebé al hogar y disfrutan de cada etapa de la vida de sus hijos.
Entonces, para evitar conflictos innecesarios en la familia, es fundamental tener una vida familiar organizada que facilite el día a día. Y es que hoy en día el matrimonio se lleva a un ritmo de vida tan frenético que apenas les queda tiempo para estar juntos y para disfrutar de sus hijos.
El trabajo y las distancias de las grandes ciudades les absorben todas las horas del día. Esto conduce a un distanciamiento en la pareja y a una carencia de vida familiar. Estar más horas juntos y hacer más vida de familia es fundamental para que un matrimonio no fracase.
Los fines de semana son la mejor ocasión para disfrutar plenamente de la familia. Podemos descansar y hacer actividades con los hijos y con nuestra pareja. Es muy importante dejar un poco de tiempo para estar exclusivamente con nuestra pareja, el mejor momento es al final del día cuando los niños se han acostado.
Para que un matrimonio no culpe a sus hijos de la falta de tiempo para estar juntos o para que no estén todo el día discutiendo por las cosas cotidianas que surgen a lo largo del día, es necesario que tengan una gran organización en cuanto al horario de sus hijos.
Hay que establecer un horario de comidas, ducharse e ir a la cama a una hora determinada, son normas que los padres deben hacer cumplir obligatoriamente. Por otro lado, además de unas obligaciones en cuanto a los horarios, los padres deben establecer una serie de normas adecuadas para la edad de cada hijo y ser rigurosos en su cumplimiento.
Es fundamental que cada uno realice unas determinadas tareas como hacer su cama, ordenar el cuarto, turnos para poner o quitar la mesa, bajar la basura, etc., que sepan que la casa es de todos y que en una familia todos tienen que participar de lo quehaceres cotidianos. Estas normas facilitan mucho la vida familiar y crean un entorno agradable para todos, permiten que los padres dispongan de un poco de tiempo al día para poder estar solos y conversar.
En cuanto a los hijos, también es muy positivo porque de esta forma saben cuáles son sus obligaciones en cada momento y lo que deben hacer. Con el cumplimiento de las normas se evitan discusiones inútiles y ayudan a conseguir que los hijos sean personas disciplinadas y responsables.
En caso contrario, si una familia con hijos no tienen una vida organizada, estaremos ante una familia caótica en la que nadie colabora y en la que sacar el trabajo familiar adelante será más complicado y difícil de lograr.
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