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En busca del hombre ideal? Entonces, esta lista será provechosa para ti. La revista Elle lo preparó y nosotros lo compartimos contigo.
El complicado
Su singular y apasionada manera de vivir te conquistó en un instante. Ahora, sus constantes cambios de humor son cada vez más intolerables y su carácter hace que te llenes de problemas innecesarios. Si estabilidad emocional es lo que buscas, con un hombre complicado no lo encontrarás. Busca por otro lado.
El celoso
Esos celos que te hacían sentir querida y halagada se han vuelto tu peor pesadilla. Al cualquier descuido ya está pensando que estas con otro y, poco a poco, vas perdiendo tus amistades, tu familia y él se vuelve tú único mundo. Nada sano para una relación sentimental.
El playboy
Nunca en tu vida conociste a un hombre tan guapo, galante, caballero, seductor. Es totalmente excéntrico y capaz de cometer cada locura por ti. El playboy tiene todo lo que una mujer necesita, menos el don de la fidelidad. Ni bien vea una atractiva presa, a la caza irá. Reconócelos con el olfato y nunca caigas ante la tentación.
El dejado
Al fin encontraste a ese hombre que siempre tiene tiempo para ti y que no te hace problemas por las puras. Al principio amabas su filosofía de paz y amor, pero ahora odias su descuido, su casa desordenada y su falta de aspiraciones. No tiene iniciativa para planear y todo lo terminas haciendo tú. Si tienes muchos planes a futuro, con el hombre “dejado” no tendrás oportunidad de llevarlos a cabo.
El intelectualoide
¿Qué mujer no quiere a su lado a un hombre con el cual tener profundas conversaciones, que pueda opinar sobre cualquier tema y que sea una enciclopedia andando? Pero tampoco ninguna mujer quiere que la critique por preferir ir de compras antes de ver una película francesa o asistir a una charla, ni tampoco que le perdonen la vida por no haber leído a un clásico. Sino compartes los intereses de un intelectualoide te aburrirás muy rápido.
El señor “relaciones públicas”
A donde va lo conocen y todos lo saludan. Frecuenta todos los lugares de moda y su agenda está siempre apretada de fiestas y reuniones. Le encanta salir y les cae muy bien a tus amigos. El tema es que no te gusta esa llamadas a toda hora de sus “amigas”, las cuales no te atreves a reclamar por no quedar como una mujer conservadora. Ya estás cansada de tanta salida y necesitas un día en casa. Con un “relaciones públicas” terminarías volviéndote una loca de los celos y algo frustrada por no poder seguir su ritmo. Otra cosa: no es el tipo de hombre que se compromete.
El casado
¿Te dijo que ya no ama a su mujer y que pronto se divorciará? Pocos de esos casos se llegan a concretar, lo más probable es que vivas una relación a escondidas, sin poder presentárselo a alguien y, al final, descubras que habían muchas como tú.
El dominante
Al lado de un hombre dominante sientes que tu opinión no vale nada, porque él “siempre tiene la razón”. Todo lo que es y lo que tiene es mejor que tú: sus amigos, su familia, su trabajo, su posición. El tema es que te hace sentir demasiada poca cosa e inferior a su lado. Si realmente te valoras, deja de lado a este tipo de hombre que necesita humillar a alguien para sentirse mejor.
La alternativa
El seguro (el mejor)
¿Desanimada luego de esta larga lista? Si ya pasaste por uno o varios de este tipo de hombres, debes saber que el que te conviene es el que está seguro de sí mismo. Este no se sentirá en la necesidad de celarte, complicarte ni mucho menos despreciarte. Con él sentirás que por fin llevas una relación equilibrada con un hombre que mereces.
El complicado
Su singular y apasionada manera de vivir te conquistó en un instante. Ahora, sus constantes cambios de humor son cada vez más intolerables y su carácter hace que te llenes de problemas innecesarios. Si estabilidad emocional es lo que buscas, con un hombre complicado no lo encontrarás. Busca por otro lado.
El celoso
Esos celos que te hacían sentir querida y halagada se han vuelto tu peor pesadilla. Al cualquier descuido ya está pensando que estas con otro y, poco a poco, vas perdiendo tus amistades, tu familia y él se vuelve tú único mundo. Nada sano para una relación sentimental.
El playboy
Nunca en tu vida conociste a un hombre tan guapo, galante, caballero, seductor. Es totalmente excéntrico y capaz de cometer cada locura por ti. El playboy tiene todo lo que una mujer necesita, menos el don de la fidelidad. Ni bien vea una atractiva presa, a la caza irá. Reconócelos con el olfato y nunca caigas ante la tentación.
El dejado
Al fin encontraste a ese hombre que siempre tiene tiempo para ti y que no te hace problemas por las puras. Al principio amabas su filosofía de paz y amor, pero ahora odias su descuido, su casa desordenada y su falta de aspiraciones. No tiene iniciativa para planear y todo lo terminas haciendo tú. Si tienes muchos planes a futuro, con el hombre “dejado” no tendrás oportunidad de llevarlos a cabo.
El intelectualoide
¿Qué mujer no quiere a su lado a un hombre con el cual tener profundas conversaciones, que pueda opinar sobre cualquier tema y que sea una enciclopedia andando? Pero tampoco ninguna mujer quiere que la critique por preferir ir de compras antes de ver una película francesa o asistir a una charla, ni tampoco que le perdonen la vida por no haber leído a un clásico. Sino compartes los intereses de un intelectualoide te aburrirás muy rápido.
El señor “relaciones públicas”
A donde va lo conocen y todos lo saludan. Frecuenta todos los lugares de moda y su agenda está siempre apretada de fiestas y reuniones. Le encanta salir y les cae muy bien a tus amigos. El tema es que no te gusta esa llamadas a toda hora de sus “amigas”, las cuales no te atreves a reclamar por no quedar como una mujer conservadora. Ya estás cansada de tanta salida y necesitas un día en casa. Con un “relaciones públicas” terminarías volviéndote una loca de los celos y algo frustrada por no poder seguir su ritmo. Otra cosa: no es el tipo de hombre que se compromete.
El casado
¿Te dijo que ya no ama a su mujer y que pronto se divorciará? Pocos de esos casos se llegan a concretar, lo más probable es que vivas una relación a escondidas, sin poder presentárselo a alguien y, al final, descubras que habían muchas como tú.
El dominante
Al lado de un hombre dominante sientes que tu opinión no vale nada, porque él “siempre tiene la razón”. Todo lo que es y lo que tiene es mejor que tú: sus amigos, su familia, su trabajo, su posición. El tema es que te hace sentir demasiada poca cosa e inferior a su lado. Si realmente te valoras, deja de lado a este tipo de hombre que necesita humillar a alguien para sentirse mejor.
La alternativa
El seguro (el mejor)
¿Desanimada luego de esta larga lista? Si ya pasaste por uno o varios de este tipo de hombres, debes saber que el que te conviene es el que está seguro de sí mismo. Este no se sentirá en la necesidad de celarte, complicarte ni mucho menos despreciarte. Con él sentirás que por fin llevas una relación equilibrada con un hombre que mereces.
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