Un importante empresario estaba enojado y regañó al director de uno de sus negocios.
El director llegó a su casa y gritó a su esposa, acusándola de que estaba gastando demasiado porque había un abundante almuerzo en la mesa. La señora gritó a la empleada que rompió un plato y le dio un puntapié al perro porque la hizo tropezar. El animal salió corriendo y mordió a una señora que pasaba por allí.
Cuando ella fue a la farmacia para hacerse una curación, gritó al farmacéutico porque le dolió la aplicación de la vacuna. Esté hombre llegó a su casa y gritó a su madre porque la comida no era de su agrado. La señora, manantial de amor y perdón, la acarició la cabeza mientras le decía: "Hijo querido, te prometo que mañana haré tu comida favorita. Trabajas mucho, estás cansado y hoy precisas una buena noche de sueño. Voy a cambiar las sábanas de tu cama por otras bien limpias y perfumadas para que puedas descansar en paz. Mañana te sentirás mejor". Lo bendijo y abandonó la habitación, dejándolo solo con sus pensamientos.
En ese momento se interrumpió el círculo del odio, al chocar con la tolerancia, la dulzura, el perdón y el amor.
2 comentarios...:
muy lindo le sdigo felisitasiones
Es bonito lo que dice y nosotros mismos devemos perdonarnos y no hacer sentir mal a las demas personas.gracias por la opurtinidad de poder leer estos poemas articulos etc.
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